Entrada 4 - Volumen 8

Cizañero

Me conocen como “Cizañero” y soy un colombiano nacido en la ciudad de Ibagué - Tolima. Desde muy pequeño he tenido facultad en el dibujo y la ilustración, ya con el tiempo he ido perfeccionando este arte, formándome como una persona con principios libertarios y con un gran deseo de cambio en mi país, más que nada por la situación en la que estamos sumergidos actualmente, donde no todo anda como debería ser.

He estado en movimientos y marchas, protestando contra un gobierno que nos tiene sometidos bajo el yugo de la corrupción, esto me llevó a la idea de perfeccionar cada día mi estilo encaminándome a una dirección gráfica para especializarme lo que pudiera en ese ámbito, consiguiendo con ello una forma de protesta, de alzar la voz, preparándome y estudiando todo lo que más puedo en cada ámbito social y político, aunque eso me llevó a alejarme un poco de las protestas y así nace la marca de “Cizañero”.

He tenido algunos méritos en mi carrera, aunque no profundizaré demasiado en ellos por motivos personales y de seguridad, ya que en este país todo aquel que se opone a la dictadura de este gobierno termina perseguido mediáticamente, o muchísimo peor: en una zanja. 

Cuando estaba en la universidad gané el primer puesto en una competencia de ilustradores, otro concurso independiente me dio mi primera tablet con la cual creé mis primeros diseños, llegando luego a una plataforma internacional llamada Behance, que tras competir contra los mejores pude obtener una revisión de portafolio por parte de ellos.

Digamos que proyectos en tiempo presente es seguir expresando con severidad las falencias de nuestros mandatarios, buscando siempre un cambio para bien e incluso una reforma total del gobierno, ya que en este que ha durado décadas prima siempre “el rico se hace más rico y el pobre más pobre”. 

Obviamente, me gustaría trabajar para un gran medio de comunicación, tener una mayor alcance y perpetuidad en esta lucha digital, que sea un aspecto más agresivo contra el estado mayor, que aquellos que ignoran los robos y estafas hacia el pueblo reaccionen de una vez, que el pueblo finalmente reciba su retribución; aunque creo que he logrado algo desde mi nicho, las palabras de aliento y mensajes de apoyo de mis seguidores me dan las ganas y energía de seguir adelante, eso es irrefutablemente mi mayor premio ¡Así que tendremos esta polémica marca para rato!

En esta segunda entrega de nuestra Sección Colombia: Estado & Gobernabilidad, nos preguntamos ¿cuáles son las características que debe tener un líder político, si no son las mismas que los líderes sociales, ambientales y/o culturales de cualquier nación? Y si esto es así, ¿Colombia tiene dirigentes políticos con liderazgo o solo están en sus cargos por burocracias y maquinarias corruptas aun cuando el pueblo los desconoce? Danos una reflexión sobre esto.

Las mayores cualidades que todo líder debe tener son la sinceridad para con su pueblo, la coherencia entre sus promesas de campaña y los resultados ofrecidos tras un mandato, pero sobre todo que sus proyectos hablen por él.

Dicho lo anterior, un líder político con estas virtudes sería Gustavo Petro, quien toma gran relevancia en el país por sus incontables proyectos junto con personas de renombre como Francia Márquez (líder del medio ambiente y reconocida a nivel mundial), también está Isabel Zuleta (Defensora de los derechos humanos con “Hidroitunango”) un pacto histórico que forma este hombre y una luz de esperanza donde todos estamos apostando por un verdadero cambio. Petro ha tenido la gallardía de denunciar la corrupción desde el inicio de su carrera, sin cambiar jamás su rama ideológica llevándolo a continuas demandas de sus opositores, más las resoluciones que ha recibido terminan dándole la razón al final del escándalo.

Tu marca y forma de comunicarte demuestran que es factible, además de lógico e histórico, que los artistas y figuras públicas se interesen por las Políticas estatales. ¿Por qué pensamos, usualmente, que deben estar separados? Incluso, que no deben ocupar cargos oficiales. Claro, es riesgoso, debido a su poder respecto a las masas y, al mismo tiempo, es indispensable su vinculación como líderes de opinión. ¿Cuáles son tus apreciaciones con el tema? ¿Qué tan factible (e ideal) puede ser que los artistas, deportistas y líderes académicos reformen las leyes territoriales?

Desde antiguos tiempos los artistas y deportistas han sido desplazados de la política y esto no se debe a sus carreras o su formación académica, esto sucede por la oligarquía que maneja Colombia. Un círculo de familias que desde siempre han tenido el poder y que no se permitirán el soltarlo, llevándolos a exponer como neófitos a toda una clase artística e intelectual de la cima política ajenos a su camada.

Opino que si artistas y atletas tuvieran participación en las leyes que continuamente están saliendo, su injerencia en estas lograría cambios positivos en pro del pueblo, fomentando cambios que partan de este punto muchísimo mejor y más lleno de oportunidades.

¿Cómo tu marca puede apalancar otras voces y generar, no solo la replicación de tu contenido, sino el afianzamiento de tu filosofía frente a la forma en que se ejerce la Política en Colombia?

La marca de Cizañero toma una conexión única entre el arte y las masas, pues desde la ilustración las personas pueden ver sucesos de su diario vivir, de lo que pasa en el país y les afecta ya sea directa o indirectamente, lo que vuelve bastante importante en un momento tan crucial para Colombia, donde su pueblo clama a gritos un cambio, terminando por identificarse con las viñetas y su lenguaje subido de tono.

Un gran ejemplo de lo que expresé y como respuesta a la pregunta sería el hecho de ver cómo miles de jóvenes sin oportunidades alzaron su bandera y marcharon cuando los llamaron vagos en un acto de defensa propia contra un gobierno que los oprime con austeridad, pero también les exige algo que les vuelve imposible de alcanzar. 

Para poder trabajar hay que estudiar, pero para estudiar hay que trabajar, dejándolos finalmente en un limbo. Cuando su broca cruel, cuando está mucho tiempo reclama sus derechos, quienes deben protegerlos, terminan masacrándolos y quienes son supuestamente sus representantes en la cúpula diplomática… los llaman bandidos. Por esto mismo debemos resistir con ímpetu hasta que un cambio llegue.

Si Colombia no llega a cambiar nos veremos sometidos a otros 100 años de guerra interna, la pobreza se volverá mayor e inevitablemente los colores que representan sus símbolos y nuestra historia quedarán manchados, destruidos y olvidados.

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