Fantasía arraigada, letras con conciencia y una ÉPICA interior que escribe sin concesiones

Entrada 1 - Volumen 9

Andrea V. Luna

Mi nombre es Andrea V. Luna, soy escritora y profesora en Letras de La Universidad Nacional de La Plata (Provincia de Buenos Aires, Argentina). Cuento con casi 30 años de experiencia docente en escuelas secundarias, realicé producción de radio y, actualmente, compagino mi tiempo como escritora con la realización de talleres literarios para escritores en ciernes y, de vez en cuando, colaboro con la edición de libros de autores autopublicados.

Vivo en la ciudad de Florencio Varela (Pcia. de Buenos Aires) y aquí, una de mis novelas, “Eldir hijo de Liam” ha sido galardonada con la Declaración de Obra Literaria de Interés Legislativo por el Honorable Concejo Deliberante de Florencio Varela, la cual, además, fue presentada en 2019 en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, junto a su ilustrador, Guillermo Manzano.

Este último evento, tramitado por la Editorial Argentinidad, con la cual publico.

Soy autora de:

• DE JOYAS Y GUERREROS. Trilogía (actualmente, en un solo volumen).

• TEMPESTADES Y CADENCIAS. Antología narrativa y poética.

• TRILOGÍA ELDIR:
   1. ELDIR HIJO DE LIAM.
   2. LA LEYENDA DEL ÁNGEL BLANCO.
   3. DONDE CALLAN LOS PROFETAS.

• ALGUNAS GOTAS DE SANGRE Y UN PAR DE TACONES (RELATOS PARA LEER EN PENUMBRAS).

• EL DRAGÓN Y LA FORJA (Antología).

• PERLAS NEGRAS SOBRE MÁRMOL BLANCO. Novela.
  
  

Próximos a salir:

• UNA HISTORIA CON MAGIA DE VERDAD (Cuento infantil, ilustrado por Chaëros Arts).

• LÉEME DE NOCHE, SUÉÑAME DE DÍA (Antología).
  

En pleno trabajo de escritura… bueno, de eso no puedo darte ni una pista sobre el título… pero será una novela de aventuras e intrigas, a la vez que trabajo el concepto de metaliteratura.

Con respecto a los ídolos… no los tengo, aunque sí admiro a muchas personas con quienes me he cruzado en mis tiempos de facultad: Juan T. Nápoli (presidente del Centro de Estudios Helénicos de la UNLP, traductor de las obras de Eurípides, Mario Goloboff (escritor, biógrafo de Cortázar), Pedro Barcia (Academia Argentina de Letras, Academia Nacional de Educación)... ellos y muchos más fueron mis profesores en la carrera y les estaré eternamente agradecida no solo por sus conocimientos sino también por el don de gentes que supieron transmitir. 

Un agradecimiento muy especial al Dr. Juan T. Nápoli, porque después de tantos años transcurridos desde que terminé mis estudios universitarios, hoy es mi prologuista y, por sobre todo, puedo llamarlo amigo.

Semblanza:
Escritora y profesora en Letras recibida en la Universidad Nacional de La Plata. Si bien toda su vida fue una apasionada del mundo literario, recién a los 38 años decidió abordar la escritura lejos de los límites de un hobby; y lo hizo con apasionada dedicación, decidida a aportar una nueva visión de la realidad cotidiana lisa y llana. 

El género fantástico es su especialidad y ha experimentado todas sus variantes, decidiéndose en sus novelas por el Realismo-Fantástico arraigado, con preferencia, en la Patagonia Argentina, lugar mágico por excelencia.

La combinación de este ámbito de naturaleza exuberante con otros diametralmente diferentes o imaginarios es una de sus características esenciales, junto con la idea firme de que el mundo de las cosas no es tan rígido como lo imaginamos: más allá de lo que podemos ver hay todo un abanico de posibilidades inexplicables, sorprendentes y dignas de ser contadas desde una visión que privilegia el descubrimiento y el asombro. 

Sus personajes (que cuentan sus vivencias de manera visceral) suelen ser guerreros, héroes resilientes, en el sentido de que afrontan las atrocidades que la vida les plantea con un coraje que resurge de sus propios temores, conformando una serie de metáforas y alegorías que el lector encontrará catárticas.

El lector se sentirá envuelto en una magia tangible, cargada de delicadezas que serán parte de un nuevo modo de ver la realidad.

Andrea, actualmente los escritores también se están volviendo influenciadores y, dentro de aquella dinámica, terminan por acomodarse a un mercado cada vez menos exigente. ¿Cómo garantizar la calidad en la escritura y las buenas obras literarias ante la tentación de escribir lo que la mayoría del público quiere leer, que suele ser efímero e intrascendente?

Ante todo, los escritores somos comunicadores sociales. Lo supieron muy bien Aristóteles, Sófocles, Eurípides… y el mismísimo Aristófanes con su comedia de tinte político. También lo supo Safo de Lesbos, la poetisa inigualable en cuyo honor tenemos hoy la palabra «lesbiana». 

Comunicar es lo primordial. En cuanto al contenido, bien, la Literatura actual no está tan vacía ni es tan hueca, pero creo que, lamentablemente, esa oquedad es el best seller de hoy, eso sí.

Es un trabajo muy arduo (y uno de los temas primordiales en mi taller literario) encontrar el equilibrio entre lo que el lector desea y lo que yo, autora, quiero. En este sentido, creo que los escritores no debemos olvidarnos de estudiar, de ir más allá de la teoría literaria; eso nos nutre y nos da un abanico de posibilidades más allá de lo que la intuición nos refiere; entonces, hablar del Lector Modelo y de cómo el texto necesita ser actualizado, por ejemplo, no debería sernos una sorpresa inaudita. 

Leer a Umberto Eco nos permite, entre otras cosas, investigar no solo para escribir en serio, sino para saber cómo es nuestro público lector.

Elegir escribir con sustancia o solo por entretenimiento, pues... será una elección personal que ya desde ser coherente con una misma y vender poco o vender más a la vez que traicionamos nuestras ideas. Pocos han logrado hacer ambos en vida.

Desde tu experiencia como escritora ¿Consideras que las editoriales cumplen con su función social y ecológica? ¿Qué acciones realizan para ello? ¿Cómo puede la industria editorial reducir impactos ambientales que aceleren el cambio climático o el deshielo polar?

Es algo muy difícil de abordar, créeme: libros que no se venden y son basura, o libros electrónicos que fomentan la basura electrónica… De todos modos, realizar tiradas de menor cantidad de ejemplares reduciría el problema; sin embargo, los costos de edición suben enormemente, encareciendo el producto final lo que, además, es una locura total para los autopublicados.

¡Vaya brete en el que me metiste!

¿Qué estrategias pondrías sobre el debate público para que escritores de todo el planeta se unan en una coalición para combatir el cambio climático y el deshielo polar? ¿Existe algo que frene a un escritor para que no pueda apoyar en la causa?

La ficción es una maravilla por donde la mires.

A ver… Ricardo Piglia nos habla, en su «Tesis sobre el cuento» sobre la idea de que «todo cuento cuenta dos historias», una superficial y una oculta (que es la que lleva toda la carga semántica del doble sentido, de lo que no se quiere contar, de lo que se alude a otros para ser leído entre líneas o de las pistas en una novela policial, por ejemplo), de modo tal que siempre es posible trabajar, con el cuidado que el asunto se merece, desde el nivel de «influenciabilidades» que podamos tener sobre nuestros lectores.

Entre los valores de la Navidad propuestos por Libresta (humildad, gratitud, generosidad, solidaridad, perdón, reconciliación y renacimiento), ¿cuáles se mantienen y cuáles se han descartado en contextos de Navidad de las distintas culturas del mundo?

No sé si podría hacer una valoración sobre el caso, pero creo que, en general, estamos perdiendo ciertos valores que nos permitían dar sentido a la sobrenaturalidad, al cariño y a la alegría navideña, como así también a los ritos y tradiciones que nos han construido y delineado como personas desde lo profundo de nuestras raíces familiares.

Ante esto, un juicio de valor sobre la literatura actual debería necesitar un estudio mucho más exhaustivo partiendo de un corpus contundente, y abordándolo desde la hermenéutica más sólida, hasta la sociología y la historia de la cultura.

Buen tema para una tesis, ¿verdad?

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